Es una mañana normal aparentemente, despiertas y te inundan la cabeza de pensamientos y recuerdos del pasado, hay voces que te dicen no te levantes, duerme 10 minutos más, lo haces y después de ello ya no quieres levantarte.
Luego empieza tu día y hay voces en tu mente recordante cosas que no quieres tener en la cabeza, te nublas, te deprimes un poco y después se te pasa, pero sabes que ese pensamiento está ahí y te bloquea en momentos importantes para ti.
Buscas ayuda en Internet para liberarte, aparecen miles de consejos y técnicas, no sabes cuál implementar entonces implementa todas las que más te atraen, en el momento tienes cambios positivos al usarlas, pero tiempo después vuelven los mismos pensamientos para frenarte.
Llega un punto en el que no ves salida, entonces dices: ¡Basta ya! te sientes cansado y sin salida, así que decides buscar ayuda profesional y eso te hace bien. Sueltas todas las cargas con el sicologo y al parecer te sientes mucho mejor, piensas que te liberaste.... Pero no, meses después vuelve la tristeza, amargura y bajas la cabeza.
Estas en una cárcel mental, las cosas negativas de tu mente están pagando una condena allí, puede que sea una corta, larga o perpetua pena, todo eso depende ti.
La única manera de ser libre mentalmente, es darte cuenta de la verdad:
"Tu debes controlar tu mente, eres el capitán del barco y debes tener fuerza de voluntad absoluta para dirigirlo, si hay un día en que no dirijas tu mente, puede que te pierdas y va ser difícil volver a encontrar el camino".
Recuerden siempre que libre es aquel que logra llegar al estado de dejarse guiar sus pensamientos por las cosas del mundo y te empiezas a enfocar en una inspiración divina, que sólo se llega a ese estado trabajando en ti mismo diariamente a nivel mental enviándote mensajes positivos y a nivel espiritual conectando con Dios.
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