Es indudable que al pasar los años hemos vivido experiencias dolorosas, cuando hemos sido excluidos, ignorados o rechazados. Puntualmente es difícil soportar el hecho de ser rechazado por la mujer que amas, le das tu corazón, le escribes poesía con el alma, la tratas como a una princesa y de corazón le brindas un amor puro y sincero, más sin embargo, no obtienes ni si siquiera una respuesta y te deja en visto los mensajes y te rechaza por competo, es doloroso y aun así sigues adelante. Es difícil soportar cuando por botar tu timidez te vuelves en alma de las fiestas, te vuelves gracioso y en cada evento familiar das unas palabras con sentido del humor, todos quieren escucharte, pero un día en la casa de una tía, alguien hace la sugerencia de que hables, pero la dueña de la casa, con un inmenso despotismo dice: ¡No eso pa que, estamos muy contentos pa que ese hable!, con esas palabras te sientes que vales nada, y no lo vuelves a hablar en público en ningún evento social, calaron esas palabras y te da vergüenza volver a hablar en público. En la vida cotidiana indistintamente siempre hay rechazos, desde el que te deja en visto por alguna red social, así como cuando de frente te rechazan, y todo eso duele, pero lo más importante es que cada una de esas experiencias te hacen más fuerte, porque ahora tienes piel de acero, y sea lo que sea que se venga lo vas a resistir, porque ya tienes una mentalidad fuerte, indestructible y no te dañaste como persona, ahora eres mejor, más espiritual, la única diferencia es que ya toleras el dolor y sabes convertirlo en amor.
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