Cierto día, una pareja muy adinerada decía que la felicidad no es el dinero, le faltaba algo mas y es un hijo para compartir su herencia con su primogénito.
Un día la mujer se dio cuenta de que estaba embarazada que estaba esperando bebé, a esta futura madre no le importó el dinero sino su hijo que lleva en su hermoso vientre
Pasaron los meses y llegó el momento esperado, el nacimiento de una hermosa niña a la que le pusieron por nombre Sara.
Con el tiempo Sara se dio cuenta que la felicidad no es el dinero, que si es muy necesario pero que lo más importante es la libertad.
Un día Sara se fue para el extranjero a darse unas buenas vacaciones, ahí se conoció con un joven de sus misma clase, también adinerado, ambos se enamoraron, tomaron una decisión, la cual fue que para salir adelante sin necesidad de depender de sus padres, quisieron ganarse la plata con Sus uñas y el sudor de su frente.
Ambos se pusieron a trabajar, aunque el principio fue duro el trabajo para ellos por que no sabían hacer nada, sus padres nunca lo permitieron pues todo lo tenían.
Hasta que con mucho esfuerzo lograron salir adelante y se dieron cuenta que para comer y vestir no tiene que depender de sus padres sino de ellos mismos.
Contribución de Diana Hernandez
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