domingo, 24 de mayo de 2015

Como la sugestión mato a un hombre


La sugestión mato a un hombre

He aquí un ejemplo de sugestión. Un familiar mío fue donde un vidente que lee el futuro en una bola de cristal; le dijo que sufriría una enfermedad al corazón, y predijo su muerte en la próxima luna. Él se lo contó a sus parientes y le arregló su testamento. Tan poderosa sugestión entró a su subconsciente, aceptada por él completamente. Este pariente, me contó además que su vidente tenía grandes poderes ocultos y que podía producir daños a otras personas. El pobre murió tal como estaba predicho, sin saber la causa de su muerte. Yo creo que muchos de nosotros podemos contar análogas historias estúpidas y ridículas.

 Miremos lo que ocurre a la luz de nuestros conocimientos, sobre la forma en la cual la mente subconsciente trabaja. Ya sabemos que la mente subconsciente aceptará y actuará en base a lo que le diga y le transmita la mente consciente. Mi pariente era un hombre feliz, lleno de salud, vigoroso y robusto, cuando fue a ver a la vidente y esta le hizo una poderosa sugestión negativa, muy negativa y terrible que él aceptó, convirtiéndole en un nombre aterrorizado, pensando constantemente en su muerte durante la próxima luna nueva, resolviendo contárselo a todo el mundo y a prepararse para el final. Fue tal el poder de sugestión que no pudiendo resistir semejante estúpida pesadilla murió tal como lo predijo la pitonisa envenenadora de un subconsciente y carácter débiles. La mujer que predijo su muerte, no tiene más poder que las piedras del camino. La sugestión no hubiera tenido poder si mi pariente hubiera conocido las leyes de su mente. El hubiera rechazado completamente la sugestión negativa evitando la más mínima atención a sus palabras, y totalmente confiado de estar gobernado únicamente por sus propios pensamientos. De haber se tratado de un carácter fuerte, tales palabras hubieran tenido el mismo efecto que débiles flechas tiradas contra un acorazado y la profecía hubiera quedado completamente neutralizada y disipada, sin llegar a herirle en lo más mínimo. La sugestión de otros carece de valor, excepto que la sugestión ajena tenga la fuerza de penetrar y derrotar sus propios pensamientos. Usted no debe dar su consentimiento a cualquier influencia, ni aceptarla como verdadera para que tenga efecto, hasta tanto haya puesto en práctica mis sugerencias y enseñanzas anteriores. No olvide que usted tiene la capacidad para elegir, elija la vida, elija el amor, elija la salud, elija la riqueza y el éxito.

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